lunes, octubre 09, 2006

Día del profesor

El próximo 16 de octubre se celebra en nuestro país el Día del Profesor, mi día. Este día se celebra desde que en 1977, pues, coincide con la fundación del Colegio de Profesores de Chile.

El que inspiró este día fue un argentino llamado Domingo Faustino Sarmiento un hombre que ademas de ser educador fue también estadista y fundador de la Escuela Normal de Maestros en Chile, la primera en América Latina.


"La Maestra Rural"

La Maestra era pura. «Los suaves hortelanos», decía,
«de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».

La Maestra era pobre. Su reino no es humano.
(Así en el doloroso sembrador de Israel.)
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
¡y era todo su espíritu un inmenso joyel!

La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
tal sonrisa, la insigne flor de su santidad.

¡Dulce ser! En su río de mieles, caudaloso,
largamente abrevaba sus tigres el dolor!
Los hierros que le abrieron el pecho generoso
¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!

¡Oh, labriego, cuyo hijo de su labio aprendía
el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor
del lucero cautivo que en sus carnes ardía:
pasaste sin besar su corazón en flor!

Campesina, ¿recuerdas que alguna vez prendiste
su nombre a un comentario brutal o baladí?
Cien veces la miraste, ninguna vez la viste
¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti!

Pasó por él su fina, su delicada esteva,
abriendo surcos donde alojar perfección.
La albada de virtudes de que lento se nieva
es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?

Daba sombra por una selva su encina hendida
el día en que la muerte la convidó a partir.
Pensando en que su madre la esperaba dormida,
a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.

Y en su Dios se ha dormido, como un cojín de luna;
almohada de sus sienes, una constelación;
canta el Padre para ella sus canciones de cuna
¡y la paz llueve largo sobre su corazón!

Como un henchido vaso, traía el alma hecha
para volcar aljófares sobre la humanidad;
y era su vida humana la dilatada brecha
que suele abrirse el Padre para echar claridad.

Por eso aún el polvo de sus huesos sustenta
púrpura de rosales de violento llamear.
¡Y el cuidador de tumbas, como aroma, me cuenta, las
plantas del que huella sus huesos, al pasar!


Gabriela Mistral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta cronología sobre Gabriela Mistral se ha dividido en los tres periodos que constituyen los ciclos más importantes en su vida:
El periodo comprendido entre 1889 y 1921 abarca la infancia, las primeras incursiones en la literatura, los dolorosos comienzos como maestra rural en su país, hasta que abandona Temuco para dirigir una escuela de niñas de la capital, mientras publica sus primeros poemas en periódicos locales y empieza a colaborar con la prensa internacional.

El periodo que ocupa de 1922 a 1945 nace cuando el gobierno mexicano la invita a participar en el proyecto educativo de la revolución y al mismo tiempo publica su primer libro, Desolación, al que seguirán Ternura y Tala; y finaliza con la recepción del premio Nobel. Es tal vez su periodo más intenso, ya que publica con asiduidad sobre diversos temas y empieza a tener el reconocimiento tanto de los círculos académicos internacionales como de la crítica.

El último periodo, de 1946 a 1967, describe una época en la que Gabriela Mistral ya es conocida como una intelectual vivamente preocupada por el destino de toda Hispanoamérica, por su participación en encuentros panamericanos, donde ofrece conferencias por doquier, dicta cursos en universidades y ocupa cargos diplomáticos, sin abandonar nunca su actividad poética, que se cierra justamente con Poema a Chile, publicado una década después de su muerte acaecida en 1957.