Lo desastroso y amargo propio del ser humano es que discutimos y nos dejamos llevar por los momentos, sin importar lo mucho que nos amamos...
Lo increíble y extraordinario de este mismo ser, es tener la capacidad de conversar, aclarar y resolver los problemas, discusiones y/o contrariedades que podamos tener...
Practicar la indiferencia cuando no existe en nosotros no es necesario, entregar amor y darlo aunque esté ya entregado es la mejor opción... las practicas preescritas, y dadas por otros no nos sirven a todos, no hay una secuencia lógica ni una reseta, pero si nuestro corazón late, y no por casualidad...
Tenemos alma, espíritu y mente...
Cierra los ojos, abre tu interior y escúchate
Tengamos fe en nosotros mismos y en lo que escuchamos de nuestro interior.
¡Ellos si saben la razón de sus latidos!... y es que sólo es en lo más profundo y oculto de nuestro interior donde podemos encontrar la mejor solución .
jueves, mayo 04, 2006
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